Denuncian que el Servicio Penitenciario apoya a represoresEl cura Elías Musse fue “visitado” en su casa de Entre Ríos por oficiales del Servicio Penitencio Bonaerense, uno de ellos prófugo en esta causa
En el día de ayer se conocieron nuevas acciones intimidatorias contra testigos que declaran en el juicio que se les sigue a 14 ex integrantes de la Unidad 9 de La Plata. En este caso, la víctima fue el sacerdote católico Elías Musse, quien fue “visitado” en su casa de Entre Ríos por oficiales del Servicio Penitencio Bonaerense, uno de ellos prófugos en esta causa. El ex capellán fue uno de los tantos sacerdotes que sufrieron del terror implantado en la U 9. En su declaración, recordó que a uno de los guaricárceles le decían el nazi, ya que por su actitud “no hubiese desentonado en Auschwitz”.En diálogo con Radio Provincia, el abogado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Oscar Rodríguez, dijo que los aprietes a los testigos ocurren porque los aparatos de inteligencia de las instituciones que estuvieron vinculadas con la represión durante la última dictadura cívica militar siguen trabajando como antes.“Los servicios de inteligencia del Servicio Penitenciario siguen funcionando aún hoy”, enfatizó. El abogado querellante en la causa que se investiga en la sede de la ex AMIA de calle 4, resaltó que “la institución tiene más apoyo del que nosotros pensamos sobre estas personas; como también determinados servicios de inteligencia del Ejército, Marina y Aviación, sigue protegiendo a personas de aquella época de sus respectivas fuerzas”.Según Rodríguez, los represores “tienen reuniones, discuten estrategias y, en eso hay compromisos de ciertos sectores de la institución actual”.
En el día de ayer se conocieron nuevas acciones intimidatorias contra testigos que declaran en el juicio que se les sigue a 14 ex integrantes de la Unidad 9 de La Plata. En este caso, la víctima fue el sacerdote católico Elías Musse, quien fue “visitado” en su casa de Entre Ríos por oficiales del Servicio Penitencio Bonaerense, uno de ellos prófugos en esta causa. El ex capellán fue uno de los tantos sacerdotes que sufrieron del terror implantado en la U 9. En su declaración, recordó que a uno de los guaricárceles le decían el nazi, ya que por su actitud “no hubiese desentonado en Auschwitz”.En diálogo con Radio Provincia, el abogado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Oscar Rodríguez, dijo que los aprietes a los testigos ocurren porque los aparatos de inteligencia de las instituciones que estuvieron vinculadas con la represión durante la última dictadura cívica militar siguen trabajando como antes.“Los servicios de inteligencia del Servicio Penitenciario siguen funcionando aún hoy”, enfatizó. El abogado querellante en la causa que se investiga en la sede de la ex AMIA de calle 4, resaltó que “la institución tiene más apoyo del que nosotros pensamos sobre estas personas; como también determinados servicios de inteligencia del Ejército, Marina y Aviación, sigue protegiendo a personas de aquella época de sus respectivas fuerzas”.Según Rodríguez, los represores “tienen reuniones, discuten estrategias y, en eso hay compromisos de ciertos sectores de la institución actual”.
(Provincia Noticias. AM1270)
