NO AL 2x1 - Basta de domiciliarias a los genocidas! * SI NO HAY JUSTICIA... HAY ESCRACHE * A dónde vayan los iremos a buscar!

miércoles, 22 de agosto de 2012

A 40 AÑOS DE LA MASACRE DE TRELEW REIVINDICAMOS LA UNIDAD EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA


16 rosas rojasnacidas de madrugadaregresarán cada nochede la tierra liberada

El 15 y 22 de Agosto se cumplen 40 años de un suceso trascendental para el campo popular y sus organizaciones políticas: la brillante fuga del penal de máxima seguridad de Rawson de un grupo de militantes revolucionarios del Ejército Revolucionario del Pueblo, Fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros en una operación unitaria, y en su contracara, la recaptura y fusilamiento de 16 de esos compañeros en la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew.
Tras desarrollar ampliamente la estrategia de lucha revolucionaria por el Socialismo en nuestro país, las organizaciones político-militares sufrieron la concentración de sus cuadros militantes presos en la Unidad Nº 6 de Rawson. El régimen de la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse demostraba así que su convicción en la defensa de los intereses del capitalismo monopolista, vigente entonces y ahora, no repararía en daños a la hora de reprimir. La creación de la Cámara Federal en lo Penal, llamada por la militancia “El Camarón”, un esquema de excepción compuesto de jueces y fiscales que actuaron en lo que llamaron “fuero antisubversivo” (algunos de los cuales participaron luego del genocidio del ’76) y que logró llenar las cárceles de presos políticos.


La apuesta política del régimen, el “Gran Acuerdo Nacional” (GAN), se propuso convocar a elecciones condicionadas y generar el consenso de los sectores de la burguesía para aislar al movimiento revolucionario.Otra jugada que, nuevamente, evidenciaba que frente a la violencia del estado y de los grupos que sacan jugosas tajadas del patrimonio común la salida era la organización del campo popular y la lucha en las calles.



Pero el crecimiento de la organización militante, la acumulación de experiencias en la lucha de calles, la fina producción teórica y de propaganda de las organizaciones armadas revolucionarias, tanto de la izquierda roja como del peronismo combativo, las mostraba fortalecidas y haciendo retroceder a la dictadura. Más allá de las ricas polémicas sobre la línea política, como “nacionalismo-internacionalismo”, “clasismo-policlasismo”, “partido de clase-foco armado” o “masa-vanguardia”, que diferenciaron en su origen a los grupos de la izquierda peronista de sus pares marxistas, todas las organizaciones político militares del momento compartían la visión de que la lucha debía plantearse la toma del poder a través la combinación de la lucha por la liberación nacional, con la lucha antimperialista y anticapitalista de la clase trabajadora.


El monumental operativo de fuga, pacientemente planificado durante meses, y ejecutado casi a la perfección en las narices del régimen, es la demostración histórica de que los sistemas represivos no son infalibles, y que a la lucha revolucionaria, incluso en las peores condiciones objetivas, no la detienen ni las rejas, ni la vejación, ni las balas.
Ese ejemplo de unidad en la acción frente al enemigo común, aún en la diversidad de posiciones y con claridad de objetivos, es la mejor muestra de lo que se puede lograr cuando la voluntad supera al miedo.

Esa unidad político-militar en la acción para la fuga del penal de Rawson demostró, una vez más, que cuando el Pueblo se organiza lo que luego sobreviene es la represión aleccionadora y desarticuladora de las fuerzas populares: la imposibilidad de completar la huída por fallas operativas, puso a un grupo de compañeros a merced de la barbarie militar. Y el asesinato cobarde de quienes habían pactado la rendición, fue el tubo de ensayo del Plan Sistemático de aniquilamiento de militantes populares que se desplegó poco tiempo después. Brotó en Trelew la primer sombra de lo sistemático que sería el accionar de los grupos paramilitares como la Triple A y la dictadura del '76.


Sin embargo, sabemos que esos héroes -no sólo los 16 masacrados, sino también los 3 sobrevivientes y aquellos 6 que pudieron escapar para seguir luchando- generaron las condiciones para el llamado a elecciones y el fin de la dictadura de Lanusse. A ello podemos sumarle otro punto, quizá el más alentador de todos: si el deber de todo prisionero político es la libertad, esto quiere decir que la continuidad de la lucha revolucionaria es posible.
El testimonio valiente de los sobrevivientes de la Masacre, que luego cayeron combatiendo a la dictadura, supo recoger el relato histórico de la verdad de lo sucedido.
Desde mayo pasado se está realizando el juicio a los genocidas Luis Sosa, Emilio del Real, Carlos Marandino y Rubén Paccagnini por la Masacre de Trelew. El proceso llega demorado y marcado por algunos rasgos de impunidad: los marinos Horacio Mayorga y Roberto Bravo fueron apartados del juicio por diversos artilugios legales.

Este año se están conociendo los testimonios y la documentación para logar la condena a este reducido grupo de represores de la Armada. Y eso se consiguió gracias a la lucha inclaudicable de los familiares, los ex detenidos, los ex presos políticos, los organismos de Derechos Humanos y las organizaciones del campo popular que son las continuadoras de la lucha revolucionaria por la que dieron su vida los compañeros asesinados y desparecidos.Pensemos que estos revolucionarios y revolucionarias no fueron iluminados o únicos, sino la vanguardia del pueblo, porque estos compañeros y compañeras salieron de las filas del pueblo organizado.

Hoy por hoy las cárceles del sistema siguen saturadas de jóvenes y pobres, y la gobernabilidad democrática se arroga el monopolio de la memoria como si el presente fuera magnífico e ideal y se tapara con un dedo la evidencia de la desigualdad y la injusticia. Frente a este panorama, seguimos defendiendo el rol crítico e independiente de las organizaciones de Derechos Humanos, para denunciar la falta de celeridad en la actuación de la justicia, que en 9 años de caídas las leyes de impunidad sólo condenó al 15 % de los genocidas procesados por planificar y ejecutar el Terrorismo de Estado. Los mismos que señalamos la confusión que pregona un gobierno como el actual, que dice pretender recuperar la soberanía económica mientras sigue pagando deuda con el hambre del pueblo, y mientras acomoda su legislación represiva a los mandatos de las potencias centrales como en el caso de la Ley Antiterrorista. Y los mismos que no acotamos la defensa de los Derechos Humanosal período ’76-’83, sino que denunciamos la continuidad del esquema de represión, hambre y saqueo en el gatillo fácil, en el espionaje, la judicialización y la criminalización a los que luchan, en la exclusión social planificada y en la entrega de nuestros recursos naturales a intereses concentrados.

Este 22 de agosto levantamos la memoria de los caídos en Trelew, pero no para entregarla a la quietud de los museos, ni a los actos oficialistas, sino con la convicción de que es un pilar fundamental para seguir construyendo la unidad de los que luchan por un proyecto de emancipación que sigue hoy tan vigente como ayer.


A 40 AÑOS DE LA FUGA DE RAWSON Y LA MASACRE DE TRELEW

- Reivindicamos la lucha de nuestros viejos y sus compañeros por un país justo y solidario.
- Condena a todos los genocidas y justicia por todos los compañeros.
- Restitución de nuestros hermanos apropiados.
- Juicio y castigo a los secuestradores de Jorge Julio Lopez y Luciano Arruga.
- Basta de gatillo fácil y criminalización de los que luchan.
- Derogación de la Ley Antiterrorista.

HIJOS EN LUCHA: H.I.J.O.S. ALTO VALLE, HIJOS LA PLATA, H.I.J.O.S. BARILOCHE, H.I.J.O.S. ZONA OESTE, HIJOS EN LUCHA Cba.


Juicio y Castigo a los secuestradores de Jorge Julio Lopez!
HIJOS La Plata

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martes, 21 de agosto de 2012

Juicio “Circuito Camps”. LA IMPORTANCIA DE LOS PLANTEOS DE JUSTICIA YA EN LAAMPLIACIÓN DE ACUSACIÓN A HOMICIDIO.

Resumimos en este texto, para mejor comprensión de aquellos que no andamos los complejos caminos de la argumentación técnico-jurídica, el importante pedido de ampliación en la acusación a los genocidas que se juzgan en el proceso conocido eufemísticamente como “Circuito Camps” (aunque no contempla ni la sexta parte de los CCD del circuito y que lleva a 2 represores imputados muertos impunes mientras se desarrolla), pedido que realizó con inteligente fundada oportunidad la querella del espacio Justicia Ya La Plata, del cual formamos parte.

En principio y concretamente se solicitó que se amplíe la acusación original a los genocidas imputados en el juicio por “continuidad delictiva” entre la privación ilegitima de la libertad, tormentos y los homicidio calificados en 33 casos de los que forman parte del juicio.

La Legitimación

Aquí se defiende la legitimidad y autonomía de la querella para requerir la ampliación de la acusación, independientemente de lo que haga el Ministerio Publico Fiscal. Para ello se apoya en el fallo “Santillan” de la CSJN que, como jurisprudencia, habilita argumentos para acusar y requerir pedidos que agravan el caso, cuando la prueba producida en el debate así lo requiere.

Los Fundamentos Generales

Se basan en que en lo que va del juicio se produjo más información que a su comienzo sobre los crímenes contra la humanidad que se juzgan.
Se explica que si bien la ampliación de la imputación es una excepción a la inmutabilidad de la acusación (no se puede acusar de distintos hechos en un mismo proceso) sí se puede emplear cuando la prueba así lo justifique.

Se demostró que:
- Los imputados adherían activamente desde el rol que cumplían, a un plan común, que implicaba la comisión de una serie de delitos dirigida finalmente al aniquilamiento de un grupo de personas.
- Hubo vinculación entre los secuestros, cautiverio, tormentos, con la organización sistemática de los traslados como comienzo de ejecución del delito de homicidio.
- La cadena comenzaba con la privación ilegal de la libertad y el alojamiento en centros clandestinos de detención donde eran sometidos a toda clase de torturas. Luego, y en ocasiones luego de circular por varios campos de detención, eran ejecutados; y para ello, se implementaron dos formas centrales; el traslado en aeronaves para ser arrojados vivos al mar o el fusilamiento realizado bajo enfrentamientos fraguados. Finalmente, con la complicidad judicial necesaria, los cuerpos que eran dejados en espacios públicos o que aparecían por efecto de las mareas en diferentes playas, fueron enterrados en fosas comunes, evitando con ello la identificación de las victimas, cerrando de este modo el plan de exterminio.-

Sobre los Casos

Y eso fue lo que sucedió con 33 víctimas en 6 grupos, cuyos restos fueron inhumados clandestinamente en distintos cementerios del circuito represivo, entre ellos el de La Plata . Los caso, de compañeros que fueron alojados como detenidos ilegales en los CCD de La Plata Comisaría 5ta, Bridada de Investigaciones y Arana,y de Puesto Vasco (Quilmes) y Cot 1 (Martínez) son los de:
Almarza, Guillermo Abel; Bachini, Héctor Federico; Baratti, Héctor Carlos; Bonetto, Roberto Jorge; Ciancio, Luis Alberto; Cicero de Sobral, Elsa Lilia; Diego, Ana Teresa;
Dillon de Ciancio, Patricia; Fernández de Mercader, Silvia Anahí, Fraccarolli, Humberto Luis, Garín de De Angelis, María Adelia, González De Mora, Silvia Amanda; Ibáñez Roberto, La Spina De Cena, Nora Susana; Lezana Piñeyro, Graciela;
Lugones, Carlos Eduardo, Malnatti Salazar, Hector Hugo; Mercader, Mario Miguel,
Mora, Juan Carlos, Rubinstein, Jorge, Sagués de Perdigué, Graciela Beatriz, Santucho, Mónica, Simón, Carlos Francisco, Sobral, Guillermo Ramón, Traverso De Bozzi, Susana, Williams, Carlos Guillermo. Galarza, Liliana Amalia, Idiart, Cecilia Luján,
Mainer, María Magdalena, Mainer, Pablo Joaquín, Moncalvillo, Domingo Héctor,
Morettini, María Del Carmen y Salamone De Guevara, Nilda Susana.

Hay que señalar que en el derrotero de la identificación de los restos de los compañeros fueron clave los hallazgos, exhumaciones e identificaciones hechos en la causa Cerviño. El caso de María Teresa Cerviño el que ayudó a desanudar la trama: encontrado su cadáver en abril del ’76, colgado del Puente de Pellegrini y Pereyra Lucena de Lomas de Zamora, con un cartel que rezaba “yo fui montonera, seguime”, junto con un paquete que contenía arena y una granada. Se hizo por entonces una rápida autopsia y se lo enterró en Avellaneda sin informar el hallazgo del cadáver a la familia de la víctima. Tras batallar con el patrocinio de Emilio Mignone (fundador del CELS), la madre de María Teresa (Matilde) logró que se desarchive la causa y en diciembre del ’82, determinar que con la complicidad judicial se había depositado en el Cementerio de Avellaneda, a María Teresa Cerviño, y a 6 cadáveres NN más.
Un dato: el instructor policial designado para esta investigación en los ’80 fue el mismísimo Pedro Klodczyk, luego jefe de la Maldita Policía de Duhalde en los ’90.
Este fue el caso que permitió, no sin trabas que duraron años, la intervención del EAFF para la exhumación e identificación de los cuerpos de los compañeros desaparecidos. Y desarrollado el trabajo del EAFF en los distintos lugares de enterramiento del Circuito Camps, llega la identificación de 33 de los compañeros que son parte de la causa.

Esta acumulación de prueba posibilitó que se pueda acusar a

- SAINT JEAN, SMART, ETCHECOLATZ y CAMPOS por 23 de esos casos, porque participaron de la mecánica de los CCD por donde pasaron estos compañeros, como autores mediatos por dominio de voluntad en virtud de aparatos organizados de poder del delito de homicidio.

- A SVEDAS, ALMEIDA, CORRALES, KEARNEY, ARGUELLO, GARCIA, GRILLO, MACHUCA, PATRAULT, LUJÁN y SITA por 31 de los casos, por coautoría funcional en relación con el delito de homicidio agravado por el número de personas intervinientes, por ensañamiento y por alevosía.

En suma, las nuevas circunstancias aparecidas en el debate, la documental agregada y especialmente las introducidas por los testimonios de los sobrevivientes y del Equipo Argentino de Antropología Forense (que dio cuenta en el juicio de su trabajo y de los casos en que hubo identificaciones) pueden demostrar la relación indubitable entre el secuestro, tortura , traslado y el homicidio de 33 personas que durante su cautiverio permanecieron en los CCD de l Circuito Camps que se están juzgando.

Finalmente se Pide

Aplicar la ampliación de acusación a cada grupo de genocidas, procedimiento previsto en el art. 381 del C.P.P.N, conforme la ampliación requerida en cada caso.

Y se agrega como demanda que hasta tanto se resuelva sobre lo solicitado, toda vez que la variación en la calificación legal y con ello la pena en expectativa, genera un riesgo procesal por el peligro de fuga, disponga el Tribunal la inmediata detención de algunos de los imputados, entre ellos Fernado Svedas, acusado en los casos Galarza, hermanos Mainer, Morettini, Salomone, Moncalvillo, Idiart y Traverso.

Con este planteo se abren varios caminos. No sólo la Fiscalía tiene el argumento, que por propia elaboración no supo generar, para agravar los tipos y característica de pena que se puede pedir para los genocidas imputados, sino que se está en condiciones, como querella independiente, de pedir cárcel perpetua para varios de los genocidas responsables de los homicidios planteados.
Acompañamos la labor del equipo jurídico de Justicia Ya La Plata en otra demostración de lucidez, dedicación y valentía en los planteos en estos juicios que, como se demostró desde los juicios a Etchecolatz en 2006 y a Von Wernich en 2007, necesitan la mirada y acción permanente del trabajo crítico de las organizaciones de Derechos Humanos en los procesos, tanto de labor jurídica, como de difusión en la sociedad de los detalles de lo nuestro reclamo:

*Juicio y Castigo a todos los Represores por el Delito de Genocidio.
* Juicio por Centro Clandestino de Detención o Circuito Represivo.
* Cárcel Común, Perpetua y Efectiva por todos los Compañeros.
*Restitución de Nuestros Más de 400 Hermanos Apropiados por los Genocidas.
* Juicio y Castigo a los responsables de la Segunda Desaparición de Jorge Julio Lopez.
* Mayor Celeridad en la Instrucción de las Causas para No Pretender Juzgar Muertos Impunes.
* Condena a los Civiles Empresarios y Religiosos Cómplices del Genocidio.

HIJOS LA PLATA

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miércoles, 15 de agosto de 2012

A 40 AÑOS DE LA MASACRE DE TRELEW REIVINDICAMOS LA UNIDAD EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA

El 15 y 22 de Agosto de 2012 se cumplieron 40 años de un suceso trascendental para el campo popular y sus organizaciones políticas: la brillante fuga del penal de máxima seguridad de Rawson de un grupo de militantes revolucionarios del Ejército Revolucionario del Pueblo, Fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros en una operación unitaria, y en su contracara, la recaptura y fusilamiento de 16 de esos compañeros en la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew.

Tras desarrollar ampliamente la estrategia de lucha revolucionaria por el Socialismo en nuestro país, las organizaciones político-militares sufrieron la concentración de sus cuadros militantes presos en la Unidad Nº 6 de Rawson. El régimen de la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse demostraba así que su convicción en la defensa de los intereses del capitalismo monopolista, vigente entonces y ahora, no repararía en daños a la hora de reprimir. La creación de la Cámara Federal en lo Penal, llamada por la militancia “El Camarón”, un esquema de excepción compuesto de jueces y fiscales que actuaron en lo que llamaron “fuero antisubversivo” (algunos de los cuales participaron luego del genocidio del ’76) y que logró llenar las cárceles de presos políticos.
La apuesta política del régimen, el “Gran Acuerdo Nacional” (GAN), se propuso convocar a elecciones condicionadas y generar el consenso de los sectores de la burguesía para aislar al movimiento revolucionario. Otra jugada que, nuevamente, evidenciaba que frente a la violencia del estado y de los grupos que sacan jugosas tajadas del patrimonio común la salida era la organización del campo popular y la lucha en las calles.
Pero el crecimiento de la organización militante, la acumulación de experiencias en la lucha de calles, la fina producción teórica y de propaganda de las organizaciones armadas revolucionarias, tanto de la izquierda roja como del peronismo combativo, las mostraba fortalecidas y haciendo retroceder a la dictadura. Más allá de las ricas polémicas sobre la línea política, como “nacionalismo-internacionalismo”, “clasismo-policlasismo”, “partido de clase-foco armado” o “masa-vanguardia”, que diferenciaron en su origen a los grupos de la izquierda peronista de sus pares marxistas, todas las organizaciones político militares del momento compartían la visión de que la lucha debía plantearse la toma del poder a través la combinación de la lucha por la liberación nacional, con la lucha antimperialista y anticapitalista de la clase trabajadora.

El monumental operativo de fuga, pacientemente planificado durante meses, y ejecutado casi a la perfección en las narices del régimen, es la demostración histórica de que los sistemas represivos no son infalibles, y que a la lucha revolucionaria, incluso en las peores condiciones objetivas, no la detienen ni las rejas, ni la vejación, ni las balas.
Ese ejemplo de unidad en la acción frente al enemigo común, aún en la diversidad de posiciones y con claridad de objetivos, es la mejor muestra de lo que se puede lograr cuando la voluntad supera al miedo.

Esa unidad político-militar en la acción para la fuga del penal de Rawson demostró, una vez más, que cuando el Pueblo se organiza lo que luego sobreviene es la represión aleccionadora y desarticuladora de las fuerzas populares: la imposibilidad de completar la huída por fallas operativas, puso a un grupo de compañeros a merced de la barbarie militar. Y el asesinato cobarde de quienes habían pactado la rendición, fue el tubo de ensayo del Plan Sistemático de aniquilamiento de militantes populares que se desplegó poco tiempo después. Brotó en Trelew la primer sombra de lo sistemático que sería el accionar de los grupos paramilitares como la Triple A y la dictadura del '76.
Sin embargo, sabemos que esos héroes -no sólo los 16 masacrados, sino también los 3 sobrevivientes y aquellos 6 que pudieron escapar para seguir luchando- generaron las condiciones para el llamado a elecciones y el fin de la dictadura de Lanusse. A ello podemos sumarle otro punto, quizá el más alentador de todos: si el deber de todo prisionero político es la libertad, esto quiere decir que la continuidad de la lucha revolucionaria es posible.
El testimonio valiente de los sobrevivientes de la Masacre, que luego cayeron combatiendo a la dictadura, supo recoger el relato histórico de la verdad de lo sucedido.
Desde mayo pasado se está realizando el juicio a los genocidas Luis Sosa, Emilio del Real, Carlos Marandino y Rubén Paccagnini por la Masacre de Trelew. El proceso llega demorado y marcado por algunos rasgos de impunidad: los marinos Horacio Mayorga y Roberto Bravo fueron apartados del juicio por diversos artilugios legales.

Este año se están conociendo los testimonios y la documentación para logar la condena a este reducido grupo de represores de la Armada. Y eso se consiguió gracias a la lucha inclaudicable de los familiares, los ex detenidos, los ex presos políticos, los organismos de Derechos Humanos y las organizaciones del campo popular que son las continuadoras de la lucha revolucionaria por la que dieron su vida los compañeros asesinados y desparecidos. Pensemos que estos revolucionarios y revolucionarias no fueron iluminados o únicos, sino la vanguardia del pueblo, porque estos compañeros y compañeras salieron de las filas del pueblo organizado.

Hoy por hoy las cárceles del sistema siguen saturadas de jóvenes y pobres, y la gobernabilidad democrática se arroga el monopolio de la memoria como si el presente fuera magnífico e ideal y se tapara con un dedo la evidencia de la desigualdad y la injusticia. Frente a este panorama, seguimos defendiendo el rol crítico e independiente de las organizaciones de Derechos Humanos, para denunciar la falta de celeridad en la actuación de la justicia, que en 9 años de caídas las leyes de impunidad sólo condenó al 15 % de los genocidas procesados por planificar y ejecutar el Terrorismo de Estado. Los mismos que señalamos la confusión que pregona un gobierno como el actual, que dice pretender recuperar la soberanía económica mientras sigue pagando deuda con el hambre del pueblo, y mientras acomoda su legislación represiva a los mandatos de las potencias centrales como en el caso de la Ley Antiterrorista. Y los mismos que no acotamos la defensa de los Derechos Humanos al período ’76-’83, sino que denunciamos la continuidad del esquema de represión, hambre y saqueo en el gatillo fácil, en el espionaje, la judicialización y la criminalización a los que luchan, en la exclusión social planificada y en la entrega de nuestros recursos naturales a intereses concentrados.

Este 22 de agosto levantamos la memoria de los caídos en Trelew, pero no para entregarla a la quietud de los museos, ni a los actos oficialistas, sino con la convicción de que es un pilar fundamental para seguir construyendo la unidad de los que luchan por un proyecto de emancipación que sigue hoy tan vigente como ayer.

A 40 AÑOS DE LA FUGA DE RAWSON Y LA MASACRE DE TRELEW

- Reivindicamos la lucha de nuestros viejos y sus compañeros por un país justo y solidario.
- Condena a todos los genocidas y justicia por todos los compañeros.
- Restitución de nuestros hermanos apropiados.
- Juicio y castigo a los secuestradores de Jorge Julio Lopez y Luciano Arruga.
- Basta de gatillo fácil y criminalización de los que luchan.
- Derogación de la Ley Antiterrorista.

HIJOS EN LUCHA: H.I.J.O.S. ALTO VALLE, HIJOS LA PLATA, H.I.J.O.S. BARILOCHE, H.I.J.O.S. ZONA OESTE, HIJOS en lucha Córdoba.

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