NO AL 2x1 - Basta de domiciliarias a los genocidas! * SI NO HAY JUSTICIA... HAY ESCRACHE * A dónde vayan los iremos a buscar!

martes, 28 de mayo de 2013

CICLO de CHARLAS - próxima

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LA MEMORIA EN RUINAS. El kirchnerismo y los Centros Clandestinos de Detención.

El Estado argentino se ha dedicado a gestionar los ex Centros Clandestinos de Detención con la misma ambigüedad con que encara el resto de sus políticas de Derechos Humanos. En particular se han dedicado a privilegiar algunos lugares por sobre el conjunto de la ex dependencias militares y policiales del Terror de Estado, a “resignificarlos” como si se tratara de cualquier galpón cultural, a marcarlos como prebenda que premie el apoyo a su proyecto político, o bien como simples emprendimientos inmobiliarios públicos o privados.
Desde junio de 2011 existe una ley nacional (N° 26.691) que declara Sitios de Memoria a los lugares que funcionaron como centros clandestinos de represión ilegal hasta diciembre del ‘83. Claro, el articulado destaca que la ley comprende sólo los lugares sobre los que existen “pruebas suficientes sobre su funcionamiento como CCD” y que la constatación se hará sobre la base del informe de CONADEP, del Archivo Nacional de la Memoria (ANM) y los testimonios en procesos judiciales.
La responsabilidad de la secretaría de DDHH de Nación en este tema es central, no sólo porque gestiona el ANM, sino porque según la ley es autoridad de aplicación de políticas que completen las investigaciones sobre los Sitios, actualizar su nómina, gestionar la cesión de los espacios, preservarlos, recuperarlos y transmitir la memoria histórica de lo que allí sucedió.
Ocurre que, a través de la Red Federal de Sitios de Memoria, la Secretaría que conduce Martín Fresneda se ha dedicado exclusivamente a lo que denominamos la política de “la baldosa y la foto”. Al 24 marzo 2013, el área de prensa de la Secretaría informa triunfalmente que “ya suman 60 los lugares señalizados en todo el país por estar vinculados al terrorismo de Estado”, es decir que, aun siendo la señalización una acción sesgada del organismo por sobre su responsabilidad de investigar y preservar los espacios, sólo han señalizado el 10 % de los 600 CCD identificados por la CONADEP hace 28 años.

Cuatro experiencias concretas ilustran la desidia que señalamos sobre los Sitios de Memoria:


BIM3

Lo ocurrido con el predio del ex Batallón de Infantería de Marina N°3 (BIM3), ubicado en 122 y 52, límite entre La Plata y Ensenada, muestra un camino de desidias abonado con negocios inmobiliarios del Estado.
El accionar represivo de la Armada en la zona operaba a través de denominado “Grupo de Tareas Nº 5”, desde el BIM3 y en conjunto con el Hospital y Liceo Naval, el destacamento de Subprefectura de Río Santiago y, por lo menos, el CCD “La Cacha”. Los marinos tuvieron fuerte participación en la intervención de sindicatos y fábricas de la zona del parque industrial de Berisso y Ensenada, como Swift y Astilleros.
El BIM3 funcionó durante los primeros 3 años de la dictadura bajo el mando de los comandantes de la infantería de Marina Eduardo Fracassi, Roberto Wulff  de La Fuente y Oscar Abriata, y han sido identificados decenas de represores como los vicealmirantes Luis Mendía, Antonio Vañek, Pedro Santamaría, Juan Lombardo, el capitán de Fragata Biglioni (alias “Pato”) y el capitán de corbeta Galindez (alias “Lobo” o “Bruto”). Las denuncias de ex enfermeras del Hospital Naval sobre nacimientos clandestinos en el predio, y de ex detenidos sobre el paso de detenidos desde y hacia otros CCD, son conocidas por la justicia desde hace décadas.
No habiendo resguardado nunca la Justicia las 9 hectáreas del lugar como prueba judicial, la Marina se desprendió de los terrenos en diciembre de 2000 y los cedió a un holding empresario chileno, que propuso instalar un centro comercial con hipermercado, cines, y patio de comidas. El proyecto generó una disputa entre La Plata y Ensenada por la instalación de hipermercados, que se destrabó cuando la Provincia evaluó negativamente el impacto ambiental de la iniciativa.
En julio de 2001 desde HIJOS La Plata y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos presentamos en la Cámara Federal un recurso de no innovar sobre el predio hasta que se completen las investigaciones. Tres años más tarde se propuso instalar una alcaldía para alojar presos, a lo que se Ensenada se opuso con un proyecto de expropiación.
En octubre de 2005 HIJOS y AEDD enviamos una carta al Secretario de DD.HH. nacional, Eduardo Luis Duhalde, donde sumábamos información sobre los represores de la FT5 y exigíamos que el presidente Kirchner expropiara para  investigarlo y darle uso educativo y cultural. Nada de eso sucedió.
En 2006 el gobernador Solá firmó el proyecto para la expropiación del terreno. Por entonces, el rector de la Universidad de La Plata, Gustavo Azpiazu, comenzó a gestionar la construcción de las facultades de Psicología y Humanidades en el predio, junto con el debido “Museo de la Memoria”. Para ello consiguió 15 millones de pesos permutando con YPF SA el complejo que la empresa tenía en Florencio Varela, y donde funcionaban laboratorios del Centro Tecnológico y el Centro Regional de Estudios Genómicos de la UNLP, por  un terreno de las mismas dimensiones que la Universidad tenía en Berisso y donde la petrolera instaló la Estación de Bombeo del Poliducto La Plata-Puerto Rosales. Grandes negocios para ambas partes.
En julio de 2010 Scioli completó la cesión de los terrenos del BIM al nuevo rector,  Fernando Tauber, con la obra de la nuevas facultades ya adjudicadas. En enero de 2011, al inauguar la Universidad de Florencio Varela en los ex predios de YPF, la presidenta anunció que los fondos para construir en el ex BIM3 finalmente estaban disponibles. Y en Abril de 2012 se inauguró la nueva sede de la Facultad de Psicología, mientras el Dr. Tauber declaraba: “hoy comienza a tomar forma un viejo anhelo de nuestra comunidad”. Seguramente se refería menos al ideario de Memoria, Verdad y Justicia que a la continuidad del proyecto inmobiliario en la nueva sede de la facultad de Humanidades, obra que se estima inaugurada para los primeros meses de 2014, y que está mucho más avanzada que la causa N°35 por los crímenes de la “FT5”, que duerme su siesta impune en el tribunal del hoy renunciado Juez Corazza, y tiene sólo 9 represores procesados desde septiembre de 2011.


ARANA

En la provincia de Buenos Aires los funcionarios kirchneristas vienen injuriando la memoria de los CCD de manera repetida. Así sucedió con el predio del Destacamento de Arana, en las afueras de La Plata, donde el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) anunció el hallazgo de restos óseos calcinados en abril de 2008 en las excavaciones realizadas en torno de un muro que divide el patio interior del exterior del lugar. Casi instantáneamente, la entonces secretaria de Derechos Humanos, Sara Derotier de Cobacho, adelantó que el gobierno provincial pretendía que el lugar "se convierta en un Museo de la Memoria porque allí están las cenizas de los militantes populares". Inmediatamente, el espacio “Justicia Ya” de La Plata comenzó a solicitar al gobernador Scioli y al juez Corazza la necesidad del desalojo de la policía bonaerense del destacamento policial, ya que la dependencia continuaba funcionando regularmente, y entendiendo que la tarea principal era conservar las excavaciones efectuadas por el EAAF y poder avanzar en la realización de excavaciones pendientes y peritajes sobre el interior del lugar, ello resultaba, cuando menos dificultoso en el estado de ocupación del inmueble. Tras una larga insistencia, en 2009 el Juzgado de Corazza solicitó al ejecutivo bonaerense el desalojo del Destacamento de Arana. Sin embargo, la iniciativa oficial sobre el predio siguió adelante. Voceros de la secretaría anunciaron por entonces que la obra se realizaba “con el objetivo de preservar la prueba judicial”.  Derotier de Cobacho consideró que “Arana es memoria, es respeto por nuestros desaparecidos, por los sobrevivientes y por sus familiares. Es la forma que hoy tiene el estado provincial de acompañarlos y decirles esto jamás va a volver a ocurrir”. “Justicia Ya” respondió con un comunicado titulado “No al museo del horror” donde afirmó su repudio a cualquier proyecto de memorialización que implique la convivencia con las fuerzas represivas y la exhibición de restos humanos, ya que “la presencia y ocupación del lugar por la misma fuerza que lo convirtió en un centro de tortura y exterminio (…) significa una gravísima afrenta a la verdadera justicia y por lo tanto a la memoria colectiva de toda la ciudadanía”.  Desoyendo toda las críticas de los organismos, el gobernador Scioli  apuró su agenda en medio de la campaña electoral, y el 6 de octubre de 2011, tras inaugurar obras de un laboratorio en teleconferencia con la presidenta Cristina Fernández, participar de un “encuentro con la militancia 2.0”, en exclusiva comitiva oficial  y con la policía funcionando en la entrada del predio, presentó las obras de Arana. La prensa de gobernación difundió un escueto comunicado donde se afirmó que “la tecnología adoptada permite minimizar el impacto producido sobre el terreno a preservar, dada la sensibilidad y las características de los hallazgos”. En verdad el gobierno de la provincia invirtió 758.000 pesos para montar la iluminación y el mejorado del camino de acceso, más una estructura flotante de hierro y vidrio sobre las fosas halladas. Para minimizar los reclamos de los organismos, pero con el “museo del horror” ya inaugurado, Scioli afirmó que se comprometían a trasladar la presencia policial del edificio que funciona delante de las nuevas obras, cosa que aún hoy no se realizó.
La medida fue una muestra más de cuál es la verdadera política de Derechos Humanos de la gestión Scioli, que pretende darse aires progresistas cuando es en realidad la conducción política de la fuerza de seguridad más corrupta y asesina de nuestro país. Medidas como esta afectan la memoria de los sobrevivientes y la búsqueda de los familiares mucho más de lo que el Estado parece contemplar.


CAMPOMAR

El grandioso negociado que pende sobre el predio de la ex fábrica textil Campomar de Valentín Alsina, partido de Lanús,  sintetiza la impunidad con tres actores: la Justicia desestima las denuncias acumuladas por un grupo de vecinos sobre el funcionamiento del predio en dictadura, una empresa privada socia del kirchnerismo realiza allí un jugoso emprendimiento inmobiliario, y el poder político local y nacional convalidan la situación de impunidad.
En julio del año pasado la presidenta anunció en videoconferencia el lanzamiento del proyecto “Nuevo Valentín Alsina”, un emprendimiento de departamentos suntuarios con que el intendente Darío Díaz Perez pretende disfrazar la vista del ingreso a su partido desde Capital Federal. La construcción es regenteada por la empresa Electroingeniería, una ex humilde firma cordobesa fundada en los ’70 por los hermanos Ferreyra que, de dedicarse a construir tableros eléctricos, pasó con el kirchnerismo a conformar el poderoso Grupo Eling SA que realiza tendidos eléctricos interprovinciales y grandes emprendimientos como Yaciretá, Termozulia y el Corredo Amazónico a Bolivia.
Auspiciada por el Banco Provincia y el municipio de Lanús, la empresa promociona el emprendimiento como “Edificios en Altura con Calidad de Vida, una importante oportunidad para adquirir un inmueble en un lugar estratégico del país. Ubicado a 15´ del Obelisco”. La inmobiliaria “Díaz Perez” de la familia del intendente ofrece los departamentos a estrenar desde 200 mil dólares.
Con este panorama, los vecinos se decidieron a investigar el pasado del predio. Establecieron que en Valentín Alsina era vox pópuli que en la ex fábrica Campomar funcionó un centro clandestino de detención, que en el predio fueron hallados dos cráneos humanos (uno entre el ‘80 y ‘82 y otro en abril del ‘84), que en ocasiones descendían en el terreno helicópteros con personal militar, que en las calles que circundan a predio se hallaron en dictadura ropas manchadas de sangre, y aportaron un testigo ex detenido desaparecido que afirma haber sido alojado en el predio en su paso por 3 CCD de la zona.
Con esa información, y el patrocinio de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentaron una medida de amparo ante la Cámara Federal de La Plata, encargada de investigar los CCD del “Circuito Camps”.
En septiembre pasado los jueces Vallefín, Compaired, Nogueira, Calitri y Alvarez otorgaron una medida cautelar para preservar el predio. Mientras incorporaron informes de la CPM, de la SDHN, el EAAF, receptaron testigos e hicieron un reconocimiento del lugar. Luego la Cámara decidió extender la cautelar, pero delimitó el alcance de la medida sólo sobre parte del predio. Allí mandaron a Gendarmería a pasar un georradar que detecta remoción del terreno, pero sin control judicial. Finalmente, los jueces a los que nunca les alcanzan las pruebas para investigar a los genocidas concluyeron en que no hay prueba suficiente para afirmar que el lugar fue un CCD y habilitaron a la empresa a continúa construyendo con el compromiso de informar a la Cámara si se encontraba algo. Sin embargo, el camarista platense Leopoldo Schiffrin opinó en disidencia que como no se agotaron los medios investigativos y existe duda razonable sobre la utilización del predio para tareas represivas en dictadura, no se justifica plenamente el levantamiento de la medida de no innovar. Los vecinos piden que se termine de investigar como se debe.
En diciembre pasado la política de la placa y la foto llegó a Valentín Alsina: en un acto con presencia del intendente, de funcionarios de las secretarías de DDHH de Nación y provincia, y de ex detenidos acólitos del gobierno K, se señalizó la Comisaría 3ra de Valentín Alsina como ex CCD y actual Sitio de Memoria. Obviamente, no hubo ni una palabra sobre Campomar, ubicada a 5 cuadras de allí. Nadie querría arruinar un acto político para perder un gran negociado.


LA ESMA

Pero sin dudas el punto cúlmine de la gestión de los espacios de Memoria como cotos del circooficialista es lo que sucede en la ex ESMA. Desde la Agrupación HIJOS La Plata repudiamos oportunamente la afrenta a la memoria de los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos realizada el fin de año pasado en el predio por el elenco de intrépidos y obsecuentes funcionarios kirchneristas del Ministerio de Justicia y la Secretaría de DDHH de la Nación, que realizaron, defendieron (y minimizaron el cachetazo que significó hacer) “un asado” en uno de los mayores lugares de exterminio de la última dictadura. Frente a esta canallada, acompañamos a la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos en su reclamo por un debate serio respecto al destino de los espacios de memoria.
En la “Propuesta para el predio de la ESMA y el campo de deportes” que la AEDD hizo en 2004, mientras se discutía ampliamente los futuros usos del espacio cedido por el Estado Nacional el 24 de marzo de ese año, se aportaban criterios sólidos y fundamentados para lo que se avizoraba como una utilización desmedida del predio. Los compañeros decían claramente que para revertir tantos años de políticas de impunidad implantadas desde el Estado era clave el reconocimiento pleno de la existencia de centros clandestinos de desaparición y exterminio “sin desvirtuar su significación como tales a través de su utilización para otras actividades” y que “no puede ni debe diluirse lo que allí ocurrió detrás de otras actividades, aunque se trate de prácticas que estén vinculadas a los DDHH en su concepción más general”. Desde entonces, la Asociación se oponía a lo que se venía perfilando como “la instalación de instituciones educativas u oficinas públicas”, porque “se establecería un movimiento rutinario y cotidiano de alumnos, profesores, funcionarios, empleados, público y proveedores e implicaría la instalación de la infraestructura necesaria (bares, kioscos, comedores, guarderías infantiles, playas de estacionamiento) que vaciarían de contenido los lugares donde se planificó, se puso en marcha y se concretó un genocidio”. Y se sugería que “no se produzca ningún cambio al tejido histórico de valor cultural”, y que en caso de darse “los cambios que se realicen sean esencialmente reversibles” y “tengan un impacto mínimo”.
Nada de esto fue tenido en cuenta al calor de la almoneda que la cooptación kirchnerista realizó sobre amplios sectores del movimiento de Derechos Humanos, y que puede observarse hoy mismo con la instalación en el predio del “Espacio Cultural Nuestros Hijos” regenteado por la Asociación Meldorek-Madres de Plaza de Mayo, la “Casa de la Militancia”, arriendo del sector oficialista de hijos de desaparecidos cedido por la ministra Alicia Kirchner, el “Centro Cultural Haroldo Conti” que tutela la presidenta y gobierna el obsekuente Eduardo Jozami, el “Archivo Nacional de la Memoria” asignado al ex abogado respetable Ramón Torres Molina, el Canal Encuentro del cineasta oficial Tristán Bauer, el “Instituto Espacio Para la Memoria” integrado por representantes del ejecutivo y legislativo a la par de algunos organismos kirchneristas, y otros kioscos que todas las organizaciones oficialistas recibieron como medida de prenda por su incondicional apoyo al gobierno.
Alak y Fresneda pretenden continuar ahora la avanzada con un proyecto de “Puesta Museográfica” que prevé hasta la alocada idea de ubicar una fuente en el sótano del Casino de Oficiales de la ex ESMA. Y los HIJOS Kapital mostraron recientemente su respeto a la historia y significación del espacio con la realización de un video en el predio, donde los propios referentes de la organización cantan loas a la presidenta disfrazados para un carnaval carioca.

El debate sobre las formas de uso de los sitios de memoria no está cerrado, mucho menos ante la carnavalesca disputa que los sectores oficialistas realizan sobre los espacios. Pero este escándalo nos remite a otra discusión más profunda, que tiene que ver con el rol de los organismos de DDHH en una coyuntura como la actual. Debate que, cada vez más, no escapa a su planteamiento en términos antagónicos: o se legitima a la clase dominante, que retribuye generosamente con cargos y prebendas, o se sostiene una crítica del orden establecido. Pero la crítica no se hace desde los despachos ministeriales, o los espacios físicos recuperados al Estado de ayer para legitimar al de hoy, sino que emerge desde la exploración teórica y práctica, en la formación y en las calles, sobre cómo inscribirse en el campo de la liberación humana. Aquella liberación que no puede ser contenida en los estrechos marcos de la caricatura de la realidad en que la obsekuencia pretende encerrar a los luchadores sociales.

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lunes, 27 de mayo de 2013

Las amenazas, la cultura y la coordinación represiva.

por Néstor Kohan

¿Ya no hay coordinación represiva en Nuestra América? ¿Se acabó el Plan Cóndor? ¿Se disolvieron los aparatos de inteligencia vinculados al terrorismo de estado? ¿Los grupos de ultraderecha son un triste recuerdo del pasado? ¿Vivimos en una democracia plena?

Cada quien responderá esas preguntas como quiera o como pueda.

En estas líneas me limito a hacer públicos y denunciar hechos puntuales que, ¿por qué no admitirlo?, me generan cierta preocupación.

En Argentina estamos acostumbrados a la vigilancia de los aparatos de inteligencia. Ya son parte del “folclore político” doméstico. Nos escuchan los teléfonos, nos leen los correos electrónicos, nos fotografían las asambleas, nos filman en las movilizaciones. Todo el mundo lo sabe. Los recientes casos, tristemente célebres, del oficial de inteligencia de la policía federal Américo Balbuena, infiltrado más de una década en la agencia de noticias alternativa Rodolfo Walsh, así como  el “proyecto X” de inteligencia de la Gendarmería sobre organizaciones populares son tan sólo la punta del iceberg. Es lo que apenas salió a la luz. ¿Y todo lo que no se ve? Sólo alguien demasiado ingenuo o completamente desinformado puede imaginar que esto es producto de la “paranoia”.

El aparato de inteligencia y represión del estado opera a través de múltiples vías. Puede consultarse con provecho el libro de Gerardo Yung SIDE, La Argentina secreta (Buenos Aires, Planeta, 2006), donde aparece la descripción del modo de operar del aparato de inteligencia argentino (dirigido y equipado directamente por la CIA de EEUU y el MOSSAD de Israel) sobre el movimiento popular, sus militantes y sus intelectuales. Uno de los tantos departamentos de la central de inteligencia de Argentina está dedicado, obviamente, a la informática. Utilizan tecnología de punta, en gran parte proveniente de Israel. Desde allí interceptan mensajes, escuchan, miran y, ¿por qué no?, arman páginas y blogs en la web.

En ese clima político han aparecido últimamente una serie de páginas de Internet destinadas a contrarrestar a las agencias de información alternativa. Se presentan como gestionadas en forma “amateur” por individuos sueltos o viejitos reaccionarios. Pero por la cantidad de información que manejan, el seguimiento al detalle, día y hora, de movimientos sociales, partidos políticos e incluso individuos, sería imposible que una o dos personas puedan mantenerlas funcionando en forma “amateur”. Es evidente que hay un aparato detrás, una organización de vigilancia colectiva que intenta operar con información de inteligencia sobre la opinión pública. Quien sospeche que esto es “paranoia” que siga disfrutando de su ingenuidad.

En una de esas páginas, titulada CATAPULTA, me acusan con nombre y apellido, incluyendo fotografías de mi persona y tapa de mis libros, de ser un “escritor guerrillero” aduciendo como prueba haber publicado un libro sobre EL CAPITAL de Karl Marx y mi participación durante una década en la Universidad Popular que promovieron las Madres de Plaza de Mayo. Cada vez que publican artículos o notas sobre Néstor Kohan las ubican en la sección CONOCIENDO AL ENEMIGO. En una de ellas pretenden señalarme como “brazo político de las FARC” (referencia a la insurgencia de Colombia, hoy en diálogos de paz en la Habana, Cuba) junto al profesor  de economía Jorge Beinstein, ya que ambos pertenecemos al Movimiento Continental Bolivariano (MCB). Véase http://www.catapulta.com.ar/?p=2629

Esta página de ultraderecha argentina disfraza su tarea incluyendo “notas color” donde acusan a la Iglesia del Vaticano de ser “demasiado liberal” y otras tonterías similares, pero el eje habitual de sus informaciones son, invariablemente, el seguimiento al detalle de las actividades de la izquierda y de las organizaciones populares.

“Acostumbrado” a nuestra ultraderecha criolla y a sus servicios de inteligencia siempre rodeándonos, dejé pasar esas publicaciones, no sin cierta preocupación.

Un tiempo después de que apareciera mi fotografía en la sección “CONOCIENDO AL ENEMIGO” de Catapulta, viajé a México a un seminario internacional organizado por el Partido del Trabajo (un partido legal e institucional, con representación parlamentaria) y al llegar al aeropuerto de México oficiales de INTERPOL me retuvieron el pasaporte y me llevaron a su oficina. No pasó nada grave. Me devolvieron el pasaporte. ¿Para qué hicieron eso? Nunca lo supe.

Luego fui a Santiago de Chile a presentar la edición chilena de mi último libro sobre el pensamiento teórico del Che Guevara y sus cuadernos de lectura marxista. En el aeropuerto de Santiago, a la hora de sellarme los documentos, comenzó un extenso interrogatorio sobre el contenido de mis clases, los amigos chilenos que me irían a recibir, mis contactos políticos y una serie infinita de preguntas policiales muy detalladas. Me exigían datos sobre las universidades que visitaría. Salí de ese interrogatorio y les pregunté a otros pasajeros si les habían hecho preguntas. Nadie que tomó el mismo vuelo que yo había sido interrogado.

Y ahora me encuentro, de pura casualidad, buscando información en Internet, con una nueva y amarga “sorpresa”.

Aparece una página, claramente de la inteligencia colombiana (por la cantidad de información y de notas diarias dedicadas a la insurgencia y al movimiento popular colombiano), titulada Colombiaopina's Blog donde los editores publican la siguiente nota: “CONOCER A LOS APOLOGISTAS DE LAS FARC: NESTOR KOHAN”. Véase: http://colombiaopina.wordpress.com/2012/12/14/conocer-a-los-apologistas-de-las-farc-nestor-kohan/conocer-a-los-apologistas-de-las-farc/

Allí utilizan una fotografía mía donde estoy dando una conferencia sobre Karl Marx en Europa. Estos agentes de inteligencia la retocan y la trucan, al peor estilo del stalinismo (que retocaba las fotos donde Trotsky aparecía al lado de Lenin, borrándolo), reemplazando los símbolos de una organización política de Santiago de Compostela (Galiza, estado español) por el escudo de las FARC-EP de Colombia.

Fotografía original:

  
Fotografía trucada:


Todo el mundo sabe que en Colombia las amenazas de muerte y los asesinatos políticos selectivos estuvieron y están a la orden del día. El caso del profesor Renan Vega Cantor, autor de una gran cantidad de libros sobre historia y Premio Libertador en Venezuela ha sido uno de los más recientes (hasta donde tenemos noticias). Renan Vega vino a la Argentina escapando de ese acoso político y esas amenazas de muerte y recibió la solidaridad de muchísimas personalidades políticas, intelectuales, revistas, cátedras y organizaciones estudiantiles. Lo mencionamos porque es el más cercano y el más reciente del que tenemos memoria.

También sabemos que la clase dominante colombiana no sólo ha amenazado, asesinado y reprimido dentro de su propio territorio nacional. No hace demasiado tiempo el intelectual y dirigente político Narciso Isa Conde, también integrante del Movimiento Continental Bolivariano, recibió un atentado —afortunadamente frustrado— en su país, República Dominicana. Como hacían los militares argentinos de Videla o los chilenos de Pinochet, esta gente vigila, amenaza, mata y asesina incluso más allá de sus fronteras.

Por eso dejé pasar las (falsas) notas acusatorias de los servicios de inteligencia de CATAPULTA. No le di mayor importancia a las “anécdotas” de INTERPOL en México y al rarísimo e inesperado interrogatorio de la policía en Chile. Pero cuando me encuentro ahora con esta burda maniobra de la inteligencia militar colombiana, creo que es hora de hacerlo público. Porque acá hay una coordinación represiva. Estas “coincidencias” no son casuales. Exactamente la misma información (falsa, trucada) y el mismo montaje comienza a aparecer en fuerzas represivas de países distintos.

En la acusación fraguada, malintencionada y pérfida a la que hago referencia, los agentes de inteligencia colombianos pretenden señalarme como  “uno de los principales ideólogos de las FARC en este momento”. ¡Qué delirio, Dios mío! Estos fascistas no sólo son reaccionarios de ultraderecha, además tienen graves problemas mentales. ¿Cómo se imaginan que alguien que vive en Argentina, a miles de kilómetros de Colombia, puede ser un ideólogo de una organización de otro país? Como se han quedado sin los viejos cuentos del “comunismo que viene de Moscú o de Pekín”, ahora inventan ideólogos… argentinos. No puedo menos que reírme. Parece un chiste (malo) de argentinos. Los argentinos no sólo han puesto un Papa en el Vaticano, también controlan a las FARC de Colombia. ¡Qué delirantes!

Y no sólo eso, me acusan afirmando lo siguiente “y desde las páginas electrónicas de la organización narcoterrorista “tira línea” [Néstor Kohan] sobre lo que debe ser el comportamiento de los terroristas en el proceso de La Habana”. ¡Qué subestimación tiene esta gente de la insurgencia colombiana! ¿Un movimiento social y político con miles de integrantes, que hace 60 años que lucha en su país, necesitaría que alguien “le tire línea” sobre los problemas colombianos? Ni siquiera tengo datos empíricos de la economía colombiana, de la propiedad de su territorio, del desarrollo de su industria, de los niveles de su comercio exterior. No conozco ni siquiera las provincias colombianas. ¿Cómo “tirar línea” sin vivir ahí ni conocer a fondo un país? ¡Qué delirantes!

En su nota macartista y fraudulenta no se ahorran nada. Me acusan de “terrorista” por haber colaborado durante muchos años con el Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil. ¿Quién en su sano juicio piensa hoy que los campesinos brasileños son “terroristas”? ¿Detrás de estas acusaciones no estará la inteligencia de EEUU?

Los milicos de CATAPULTA me acusan de “terrorista” y “guerrillero” por haber colaborado durante una década con las madres de plaza de mayo (colaboración absolutamente gratuita, agrego… para evitar malentendidos, jamás cobré un solo peso).

Los milicos de Colombia me acusan de “terrorista” por haber trabajado junto a los campesinos de Brasil y por sugerir que lograr la paz en Colombia es muy difícil debido al terrorismo de estado de su clase dominante.

Como “pruebas” incluyen dos notas mías, pequeñísimas. (Estos lúmpenes a sueldo del estado ni siquiera se tomaron el trabajo de leer los libros míos que ellos citan como un pecado gravísimo). Una es sobre la paz en Colombia —que ellos rechazan, pues apuestan a la guerra y a la solución militar del conflicto— y otra es sobre una vieja biografía del escritor Arturo Alape del que hice una reseña bibliográfica hace 15 años.

Sobre la primera nota, “La paz en Colombia”, ni siquiera me había enterado que la agencia de noticias alternativa anncol la había publicado. Tuve que pinchar el link de los fachos para enterarme… porque el original salió en una página española. Si anncol rebotó esa nota, ¿qué problema hay? ¿Es pecado?

Sobre la segunda nota, citan un pequeñísimo texto que escribí en los años 90 sobre una biografía de Arturo Alape sobre Marulanda (buenísima, la recomiendo, la publicó editorial Planeta) que un dirigente sindical argentino nos había regalado, hace como 15 años, a mi padre y a mí. Una biografía literaria que hasta incluye elementos de ficción. La biografía se titula Tirofijo: Los sueños y las montañas. Este texto sobre la biografía de Alape fue escrito en la década del ’90 y lo incorporé al libro Pensar a contramano. Las armas de la crítica y la crítica de las armas. Buenos Aires, Nuestra América, 2007.pp.289-290. Como los fachos no leen libros gordos, porque es mucho trabajo, se tomaron de ese texto donde comparo a las FARC-EP de Colombia con el EZLN de México, trazando analogías y diferencias. Sí, también viajé a México y participé en un encuentro del zapatismo (EZLN) en 1996. ¡Qué pecado mortal!

¡Néstor Kohan defiende la rebeldía del pueblo colombiano! ¡Gravísimo! ¡Llamen a la Inquisición! También defiende a los campesinos de Brasil y a los indígenas de México y estuvo muchos años junto a las madres de plaza de mayo. Podrían haber agregado otros “pecados mortales”. Tuve el honor de conocer a Fidel Castro y a Hugo Chávez. También pude entrevistar a Evo Morales. Michael Löwy (brasileño, de inspiración trotskista-guevarista) prologó dos libros míos. Armando Hart Dávalos (cubano, fundador del Movimiento 26 de julio junto a Fidel) prologó otro texto mío. Osvaldo Bayer (argentino y anarquista) también prologó un libro mío. ¿Y qué? ¿Piensan identificar, marcar y amenazar de muerte a todos ellos? Soy amigo de muchos marxistas de España, Francia e Italia. ¿Piensan cruzar el mar e ir a “marcarlos” al otro lado del agua?

En las acusaciones de estos militares y agentes de inteligencia hay solo un dato cierto. Formo parte del Movimiento Continental Bolivariano… Es verdad. ¡Y a mucha honra!  Es más, acabo de escribir un libro entero dedicado a Simón Bolívar y nuestra independencia (Una lectura latinoamericana). ¿Está mal? ¿Tanto miedo le tienen al fantasma de Simón Bolívar?

Como parte del Movimiento Continental Bolivariano hemos compartido un montón de clases y seminarios de estudio con la bandera de Simón Bolívar detrás nuestro (y del Che Guevara, ya que nuestra Cátedra de Formación Política lleva su nombre). Clases donde han participado muchos jóvenes estudiantes, trabajadores de fábricas recuperadas, piqueteros, y militantes populares compartiendo el conocimiento con profesores, escritores, intelectuales y pensadores como Osvaldo Bayer, Vicente Zito Lema, Atilio Boron, Jorge Beinstein, Claudio Katz, el embajador de Palestina en Argentina y varios dirigentes piqueteros. También participaron profesores brasileños, uruguayos, bolivianos, cubanos, venezolanos y chilenos. Las fotografías de esas clases y debates con estos profesores e intelectuales están en Internet. Nunca las ocultamos. ¡Todas clases públicas! ¿Piensan “marcarlos” y callarlos a todos?

Más allá de lo personal, quiero hacer una reflexión mínima sobre las preguntas del comienzo. ¿Desapareció el Plan Cóndor? ¿Ya no hay coordinación represiva a escala continental? ¿Los servicios de inteligencia y los aparatos de “seguridad” (qué palabra engañosa…) no se pasan información, no coordinan la vigilancia, no articulan el seguimiento y la represión?

Sus concepciones, que lamentablemente no quedaron recluidas en el pasado, continúan operando con objetivos precisos:
(1) Aniquilar por la fuerza a todo movimiento social rebelde, desde los tímidos movimientos urbanos y rurales que sólo se proponen reformas puntuales, hasta la insurgencia. TODOS SON ENEMIGOS. Para ellos todos son “terroristas”.
(2) Aislar a los rebeldes: el famoso “sacarle el agua al pez” que en los ’60 promovieron los franceses en Argelia y los norteamericanos en Vietnam, doctrinas que luego se aplicaron a rajatabla en Nuestra América. Que los rebeldes se queden solitos, aislados, sin que nadie opine, sin que nadie hable, sin que nadie vea nada.
(3) Golpear a la cultura de la rebeldía y al pensamiento crítico, considerados como “núcleo central del adoctrinamiento subversivo-terrorista” (según el teórico militar argentino Osiris G. Villegas: Guerra revolucionaria comunista [Buenos Aires, Pleamar, 1963; primera edición de la Biblioteca del Oficial del Círculo Militar Argentino, 1962]). La cultura es el germen de las revoluciones… por eso en ese espacio hay que vigilar, amedrentar, golpear y si es posible, aniquilar.
(4)  Demonizar, satanizar y generar TERROR entre la juventud, el estudiantado, la intelectualidad, los periodistas, las abogadas, los profesores y las profesoras. ¡Qué nadie hable! ¡Qué los escritores no se animen a escribir! ¡Qué nadie investigue nada! ¡Qué los libros no circulen ni se lean!
(5) Sentar las bases de los futuros asesinatos selectivos. En Colombia lo vienen haciendo desde hace décadas. La Triple A argentina (Alianza Anticomunista Argentina) comenzó igual, señalando futuras víctimas. Amenazando. “Identificando”. Marcando.

No quiero ser pesimista. Tengo ganas, tengo deseos que las cosas cambien. No me gusta la cultura “dark” ni hago el culto de la melancolía. Pero tampoco soy ingenuo.

No creo que los aparatos de represión de este continente se hayan transformado en  dulces monjitas o inocentes carmelitas descalzas. En Argentina, con formas “democráticas” desapareció Julio Lopez, testigo contra los asesinos militares. Hasta el día de hoy… “nadie sabe nada”.

No creo en la sonrisa hipócrita del presidente Obama. Cuanto más sonríe, más golpes de estado hay. ¿Qué pasó en Honduras? ¿Y en Paraguay? ¿Se desmantelaron las nuevas bases militares estadounidenses en Colombia? No, no le creo a Obama. Es un rubio disfrazado de afrodescendiente. Es más de lo mismo. Su multiculturalismo es una mercancía de shopping que nada tiene que ver con el totalitarismo de su american way of life que nos pretende imponer de mil maneras, cada día más sutiles, vigilancia, control y represión incluida.

No le creo al presidente Santos ni al ex presidente Uribe. Parece que entre ellos están peleados. La página de inteligencia militar que me “marca”, me señala y amenaza, critica a Santos, seguramente a favor de Uribe. No conozco esa interna política de Colombia ni me interesa. Los nazis también se peleaban entre ellos pero a la hora de matar, asesinaban todos juntos.

Cuando me encuentro ante estas publicaciones amenazantes me acuerdo de algunos viejos, queridos y admirados desde mi adolescencia.

Jean-Paul Sartre, por ejemplo, en medio de la histeria colonialista francesa y europea, se animó a defender los derechos a la rebeldía y a la insurgencia del pueblo de Argelia. No eran demonios, tenían derechos, dijo Sastre fumando su pipa. No merecían ser torturados, violados, asesinados. Sartre se puso en contra a todo el mundo, pero continuó defendiendo a los rebeldes. ¡Y bien que hizo!

Bertrand Russell, viejito, arrugado, completamente canoso, admirador de Leibniz, amante de la matemática y la lógica simbólica, se sobrepuso a las amenazas y no dejó un minuto de condenar la injusta guerra de Vietnam. Incluso lo metieron preso, pero siguió ejerciendo la solidaridad con la gente humilde y los pueblos rebeldes, brutalmente quemados y arrasados por el NAPALM de los marines norteamericanos.

Eric Hobsbawm, viejito judío rodeado de la flema y la neblina inglesa, al hablar de la insurgencia colombiana y el pueblo de Marulanda, no dudó en escribir que En Colombia se vive la movilización campesina más grande de todo el hemisferio occidental”. No los nombraba como “terroristas” sino como campesinos movilizados.

Noam Chomsky, neurótico obsesivo fascinado por las estructuras del lenguaje y las formas de racionalidad humana, escribió en su libro Estados Canallas. El imperio de la fuerza en los asuntos mundiales (Cambridge, South End Press, 2000; Buenos Aires, Paidos, 2001) que la insurgencia colombiana no constituye una banda de delincuentes, secuestradores, bandoleros y forajidos y, menos que nada, una “narcoguerrilla terrorista” sin ideología. ¿También lo van a marcar e identificar como “apologista de las FARC”? ¿También lo van a amenazar? ¿Van a ir a fotografiarlo hasta su casa en Estados Unidos?

Al enterarme que estos milicos, policías y aparatos de inteligencia me señalan con nombre, apellido y fotografías, me cuesta dormir. Mentiría si dijera que no tengo miedo. Sería una bravuconada tonta. Sólo alguien delirante puede no aferrarse al principio de realidad. Si quieren generar miedo, lo logran. La cuestión es qué hacemos nosotros con nuestros miedos. ¿Nos sometemos? ¿Nos anulamos como sujetos? ¿Dejamos de ser quienes somos? ¿Dejamos de escribir? ¿Abandonamos las clases de formación política? ¿Nos callamos la boca frente a la larga mano del terrorismo de estado?

Max Horkheimer decía “La lealtad a la filosofía significa no permitir que el miedo disminuya nuestra capacidad de pensar”. Y tiene razón. Todavía hoy tiene razón. Hegel, otro gigante del pensamiento, en su Fenomenología del espíritu escribió que “Solo si se pone en juego la vida, se conserva la libertad”. Y nuestro querido Rodolfo Walsh cerraba su carta a los mugrientos asesinos, terroristas de estado: “sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles”. Por la misma época de Rodolfo Walsh, en plena dictadura militar de Videla, mi padre fue amenazado de muerte, tuvo que irse de la casa y andar escondido. Nunca dejó de ser quiera era. No pudieron con él.

Así que no dejaremos de hacer lo que hacemos. Seguiremos estudiando y escribiendo, continuaremos con las clases itinerantes de formación política, no dejaremos de investigar ni de denunciar los crímenes del terrorismo de estado.

Buenos Aires, 24 de mayo de 2013

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jueves, 23 de mayo de 2013

ciclo de CHARLAS - 2013


Compañeros,
los invitamos a participar del ciclo de charlas que estaremos realizando:

* 23/5 a las 16 hs. en la Facultad de Periodismo
 "10 años de Kirchnerismo y su falsa política de DDHH"

* 29/5 a las 18 hs. en la Legislatura de Bs. As.

"Sitios de Memoria y Museos de DDHH"

* 7/6 a las 19 hs. en el local de CORREPI (Carlos Calvo 2499)

"Presentación del libro La Justicia a Cuentagotas"

Los esperamos! Gracias por ayudarnos a difundir
HIJOS La Plata

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jueves, 2 de mayo de 2013

LO QUE EL AGUA NOS MOSTRÓ



En una sociedad donde se nos acostumbró a armarnos de nuestro memorial colectivo a través de los distintos crímenes que (siempre por acción y a veces por omisión) se descargan sobre nuestro pueblo, la desidia que el Estado de clases practica en ese remate de calamidades tiene varios signos distintos. Pero desde las "24 horas por Malvinas" y el "Programa Alimentario Nacional" podemos decir que perdimos la inocencia.
Parte de esa amplia indiferencia la encontramos en el proceso de reapertura de las causas a los genocidas (360 represores condenados en 10 años), pero particularmente en la política oficial de restitución de identidad de hijos de desaparecidos: sólo la quinta parte de los casos denunciados resueltos, condena de algunos apropiadores en ausencia de paradero de varios de los jóvenes apropiados y utilización política del Banco Nacional de Datos Genéticos.
Mientras aún con el agua al cuello y avalado por el ministro Casal, el criminal subsecretario Albarracín leía la lista de personas fallecidas en este crimen social que significaron las inundaciones en La Plata , se mencionó a Lucila Ahumada (se dijo “Lucía”), una de las Abuelas de Plaza de Mayo de nuestra ciudad. La conmoción en medio de la bronca se disparó al cielo. Su nieto Ramón fue parte de HIJOS cuando combatíamos la impunidad del Menemato. Su hijo Daniel Inama, y su nuera, Noemí Macedo (embarazada de 6 meses), eran militantes revolucionarios y fueron secuestrados en noviembre del ‘77 y llevados al CCD “Club Atlético”. La pareja y su bebé están desaparecidos. Ese fue el origen de la búsqueda de Lucila, que concluyó encerrada por la desidia oficial: sin su nieto apropiado y sin escapatoria bajo 1,70 m de Proyecto Nacional.


Pero la desidia oficial golpeó también en uno de los archivos que mayor aporte a la memoria popular y colectiva hizo en nuestra ciudad, el de Chicha Mariani. Allí vimos al declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO convertido en una masa hedionda de legajos de represores, expedientes, biblioratos, material sobre la nieta Clara Anahí, fotografías de Diana y Daniel, grabaciones de los juicios, recortes periodísticos, diarios, revistas y libros.
Ni siquiera los 89 años de edad de Chicha y sus 37 años de una lucha por encontrar a su nieta pudieron doblegarla. Hubo que convencerla para que salga a la terraza porque no quería dejar sus cosas bajo el agua. También llovieron voluntarios del barrio y de las organizaciones de DDH a emprender una tarea titánica. Atrás vinieron los “especialistas” de Archivos y Comisiones de la Memoria , a confirmar una evaluación abierta de lo que se perdió o se salvó, no sólo para Chicha sino para la lucha contra la impunidad en nuestra ciudad. Otra vez la desidia: sin su nieta apropiada y con el trabajo de una vida arruinado.


La práctica de la solidaridad individual con los inundados, combinada con el más rancio punterismo barrial bruerista-camporista y la presencia de Gendarmería y Ejército que nos propone el Estado, desnuda su propia improvisación en el tema. Y si alguno se subió a la lancha del oportunismo para salvar su pequeña conciencia, o seleccionó y embaló las culpas oficiales para blanquearlas en la fosa común de la caridad, deberá entender que jamás se podrá indultar nuestro olvido de este crimen social.

HIJOS LA PLATA

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