24 de marzo de 2011 Hace más de 35 años que estamos buscando a nuestros padres secuestrados y luego asesinados por los milicos y por los civiles genocidas; siempre reivindicamos su lucha, sus ideales, sus ganas de construir un mundo libre… pero hoy nos quieren decir que la lucha por un mundo justo, un mundo como el que ellos soñaban -y nosotros también-, se acabó. Parecieran querernos decir que con el inicio de algunos juicios en el país por fin ha llegado la Justicia que venimos reclamando en interminables marchas. Pareciera que nos quieren hacer creer que los genocidas de a poco van yendo a la cárcel, sabiendo realmente que en vez de haber más milicos presos hay más beneficiados con cárcel domiciliaria. Un claro ejemplo es acá, en Neuquén, en donde se condenó a 8 milicos genocidas a penas de 7 a 25 años en cárceles a las cuales engañosamente se las llama comunes; y excepto uno, todos los demás -absolutamente todos- están en sus casas. ¿Es Justicia que de 109 denuncias que tienen las causas del genocidio en la zona, sólo 17 de ellas fueron llevadas a juicio oral? ¿Es Justicia que de la causa en la que hay 80 genocidas imputados, 72 de ellos sigan sin condena? ¿Es Justicia que un genocida goce de las condiciones “carcelarias” de un country o de cómodas celdas VIP? ¿Es Justicia que el 2° juicio oral contra los Genocidas en Neuquén, no se haya hecho, no se esté haciendo, y si nada hacemos para revertirlo jamás se hará? Nos quieren hacer pensar que los caminos de la Justicia son certeros pero nosotros sabemos que terminan en la impunidad, porque se pierden en los vericuetos que el Poder Judicial tiene para favorecer a los genocidas asesinos. ¿Cómo se entiende que haya Justicia si sabemos que quedan pendientes las historias de más de 50 compañeros víctimas de estos genocidas fuera del 2º juicio oral y que los compañeros que forman la causa que quisieron mandar a Bahía Blanca, tampoco tienen previsto un juicio pronto? Es más, nada ha hecho el juzgado para avanzar hacia el juicio oral desde que la cámara de apelaciones de Roca dictaminó que se sigan investigando en Neuquén. Sabemos que ni siquiera desde la instrucción se avanza para encarcelar a los milicos genocidas; por el contrario, se han bajado las fianzas a los sicarios, se han dictado sobreseimientos a genocidas que declararon haber participado en operativos de secuestros y detenciones ilegales en el 1° juicio oral, como es el caso del genocida Rozar. Hoy, el gobierno de los Kirchner, y lamentablemente, muchos organismos y compañeros de años de calles y marchas, nos quieren decir que el proyecto revolucionario de nuestros padres se encuentra en la llamada “Justicia social” de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Hoy, 35 años después, con feriados puentes, con casas de planes sociales hechas por organismos, nos quieren conformar, llenándose la boca de todo lo que hicieron por los desaparecidos: “Justicia”, procesamientos, plazas, placas, etc. Hoy, cada vez más se habla de los desaparecidos y no de los compañeros revolucionarios y de su proyecto de cambio social profundo. Después de buscar y reconstruir nuestra identidad, a través de los testimonios de los compañeros y compañeras de los 70, de nuestras familias, de escrachar a los genocidas sueltos en nuestros barrios y plazas, después de contarles de nuestros viejos y su lucha a infinitamente miles y miles de jóvenes en escuelas y calles, después de largos años de silencio a los que fuimos sometidos, nuevamente quieren acallar el grito rebelde de libertad. Nos dicen por dónde tenemos que marchar y a qué hora tenemos que reclamar. Cuando las dádivas de estos gobiernos no nos callan la boca, son los milicos y gobernantes asesinos de hoy, como Sapag y Pellini, los que reprimen a un pueblo que no calla, como lo hicieron el año pasado en esta misma marcha o en la de hoy en la cual quieren dejar claro su pensamiento: que somos la lacra de la sociedad, que nos enjaulan porque somos peligrosos, porque toda protesta social es peligrosa. Nos hablan de cerrar una etapa triste de la historia, cuando con éste y otros gobiernos anteriores se mata de hambre y con bala. Pareciera que las desapariciones en democracia tienen menos significado que las hechas en dictadura. Sin embargo, los López, los Ávalos y las Penacchi –entre tantos otros- son un zumbido molesto a quienes han traicionado el verdadero significado de la lucha de los ‘70. Es por eso que mientras tanto hablan en nuestro nombre, se apropian de la palabra de todo un Pueblo, nos quitan la voz como si fuera propia: el gobierno actúa como el dueño de los derechos humanos. Nos invisibilizan porque todo aquel que se oponga o tenga una actitud crítica hacia el kirchnerismo es enemigo de los derechos humanos. Nos obligan a alinearnos a su política en una falsa polarización de nuestro país. Ellos o el pasado. Nosotros contestamos: EL FUTURO. El futuro que soñó la generación de nuestros viejos. Porque cuando nos obligan a alinearnos nos están callando. Porque cuando nos callan están también callando la palabra de cada militante que soñó y luchó, están tapando su proyecto de país. Cuando este gobierno impulse verdaderos juicios a los genocidas, cuando promueva la reforma agraria, la desconcentración de los grandes capitales, el no pago de la deuda externa, cuando recupere el petróleo y los bienes naturales, tal vez podamos a llamar a este gobierno: el gobierno de los Derechos Humanos. Mientras tanto los H.I.J.O.S. ocuparemos las calles, romperemos el silencio denunciando la garantía de impunidad de esta Justicia, señalando a los que traicionaron a nuestros padres, que se acomodan y se privilegian con la trampa de este gobierno que dice ser de los derechos humanos. Los compañeros y compañeras de H.I.J.O.S. seguiremos reivindicando a nuestros viejos, a esos compañeros revolucionarios, socializando sus experiencias de lucha, levantando sus banderas sin traicionarlas, buscando, con su memoria presente, construir un proyecto de país que quedó inconcluso y que de ninguna forma permitiremos que sea silenciado. § NI UN PASO ATRÁS § SI NO HAY JUSTICIA, HAY ESCRACHE H.I.J.O.S. Alto Valle